>

Medidas contra practicas racistas en Peru
En Perú dan histórica Ley para combatir el racismo
Cuatro años de carcel para quienes comentan practicas racistas.

En Perú, donde el racismo es moneda corriente entre sus habitantes, se ha reformado la ley de discriminación que señala que las prácticas racistas serán sancionadas hasta con cuatro años de cárcel efectiva.

En la ley 28.867 se incorpora, también, la “incitación” a la discriminación, que posibilita la sanción a los propietarios de locales (hoteles, discotecas, restaurantes) que realicen alguna practica racista al decidir quién ingresa o no en sus locales.

Los investigadores sociales señalan que en el país andino, que tiene 27 millones de habitantes, se vive un racismo y una discriminación “solapada” desde el siglo XVI, producto del mestizaje entre los conquistadores españoles y las culturas nativas.

“El racismo se experimenta en todos los sectores sociales y se hace evidente en circunstancias extremas, como la guerra interna que vivió el país entre 1980 y 2000 o las recientes elecciones presidenciales”, explicó a Efe el sociólogo Nelson Manrique.

En las pasadas elecciones, en las que se postuló el comandante Ollanta Humala, quien ganó en la primera vuelta pero que perdió ante el actual mandatario Alan García, “se insultó a los votantes de Humala en el interior del país diciéndoles tarados, brutos y cholos (mezcla de indígenas con blancos)”, comentó el también historiador Manrique.

Incluso, aseveró, el entonces primer ministro, Pedro Pablo Kuczynski, señaló que a los votantes de Humala en los Andes “la altura les impide que el oxígeno llegue al cerebro, eso es fatal y funesto”.

Así, en la guerra que desató la banda terrorista Sendero Luminoso en Perú, la Comisión de la Verdad determinó que el 75 por ciento de las víctimas mortales tenía el quechua u otras lenguas como idioma materno, y que hubo relación entre el hecho de ser pobre y excluido socialmente y la probabilidad de ser una víctima.

“En Perú la discriminación racial es un tema central, no hay posibilidad de construir una democracia si es que no se establece que todos somos iguales, por eso me parece un paso adelante que el Estado dé señales inequívocas para que acabe esta situación”, explicó el también autor de “La piel y la pluma”.

Hasta antes de la promulgación de la ley realizada el 10 de agosto pasado, el estatal Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) fue la única entidad que combatió la discriminación racial en el país.

En 2004, multó en Cuzco con más de 19.000 dólares al Pub Mama América; con 5.000 dólares al Ukukus pub y con 8.000 dólares al Pub Spoon por “discriminar a usuarios con rasgos étnicos peruanos”.

En diciembre de ese mismo año, en Lima le impuso una multa de 34.700 dólares a la discoteca Aura y en junio pasado sancionó con 39.800 dólares al Café del Mar “por discriminar a los clientes por sus características raciales y prohibirles el ingreso”.

De ese modo, INDECOPI se hizo eco de la campaña “Basta ya de racismo en Perú” que inició en el 2003 la Asociación pro derechos humanos junto con otros organismos como la Coordinadora de Derechos Humanos y el Instituto de Defensa Legal.

Otro hecho de discriminación que encendió la polémica en el país es la petición de dos flamantes legisladoras que decidieron hablar en el Parlamento en quechua, su idioma natal.

Las congresistas María Sumire e Hilaria Supa defienden su derecho a hablar en quechua, y que ha sido criticado por la también legisladora Martha Hildebrandt, quien es lingüista y critica esa decisión por considerar que no se les entiende entre los hispanohablantes.

El responsable de derechos sociales de Aprodeh, Wilfredo Ardito, dijo a Efe que Sumire y Supa “tienen todo el derecho de hablar en su idioma” y su decisión “es un hecho de importancia histórica”, ya que permitirá que los peruanos pueden ver por primera vez “a congresistas emplear el quechua, hablado por millones de ciudadanos”.

“Suiza, Bélgica y Canadá son países donde el plurilingüismo ha sido reconocido y se expresa también en la esfera pública” añadió, para luego decir que “la señora Martha Hildebrandt representa el desconcierto de la clase alta de origen europeo y su profundo desprecio por las mayorías del país”.

Según cifras oficiales, Lima, con ocho millones de habitantes, es después de Cuzco la ciudad con el mayor número de quechuahablantes.

En los departamentos andinos de Cusco, Ayacucho, Junín, Apurímac, Huancavelica y Ancash más del 60 por ciento de la población tiene el quechua como idioma materno y en otras regiones se hablan el aimara y 56 dialectos entre las comunidades de la Amazonía.

31.08.06 | Por Paola Ugaz - Fuente: EFE




Maj :27/10/2006
Auteur : Eduardo Aparicio