
Consulte el informe de actividades 2015 en línea
Notre fédération est au cœur, depuis plusieurs décennies, de l’articulation entre des contextes historico-politiques, de la place des sociétés civiles et des enjeux relatifs à l’éducation pour tous.
Une fédération affinitaire est une réelle opportunité de construction collective autour des valeurs partagées, celles de l’éducation nouvelle ; toujours actuelles sans cesse renouvelées. Elles sont au cœur de nos actions, de notre manière d’envisager l’éducation comme vecteur de transformation sociale.
Les années 2013 et 2014 posent en acte le projet de refondation de la FICEMEA à travers la mise en place des séminaires régionaux et du séminaire international qui ont permis la rencontre de l’ensemble des membres de notre fédération. L’enjeu, pour les années suivantes est de construire des bases solides afin de déployer un projet associatif d’envergure et de réintroduire une identité commune porteuse de sens, d’utopies et de pratiques émancipatrices.
Veuillez trouver l’intégralité du rapport d’activité 2014
La Ficemea es un movimiento constituido de militantes que participan en asociaciones educativas, culturales y sociales. Ellas obran en sus terrenos respectivos con la ayuda de actores comprometidos. Las asociaciones miembros organizan y realizan acciones educativas en referencia a los principios de la Nueva Educación en dirección de un público diverso y en diferentes campos de acción. Los miembros de la Ficemea participan al desarrollo y a la defensa de conquistas sociales.
Los fundamentos filosóficos de la Nueva Educación han sido pensados en contextos políticos e históricos muy diferentes. Los pensadores y actores pedagógicos emanados de diversos países, y con realidades muy diferentes han permitido de inscribirla de hecho en una dimensión universal. A través de los principios que ella defiende, la Nueva Educación, trasciende los contextos, las realidades de las sociedades, las clases sociales, las pertenencias nacionales.
Pensar la Educación Nueva no puede hacerse de otra forma que dentro de una perspectiva internacional que pone el humanismo en el corazón de nuestro proyecto político. La Nueva Educación valoriza la libertad de iniciativa, de creatividad, de expresión, la importancia de la afectividad, la construcción de la personalidad del individuo mismo, en su relación con los otros y en su medio ambiente de vida.
Nuestro enfoque educativo crea situaciones donde cada uno, niño, adolescente, adulto, puede ser más consciente del mundo que lo rodea, apropiárselo, hacerlo evolucionar, modificarlo dentro de una perspectiva de progreso individual, colectivo y social
La Nueva Educación , tal que la pensamos y la vivimos, participa de la transformación de la sociedad, influenciando las relaciones de fuerza y de poder, las formas de organización, la libertad individual por más de igualdad, para devolver el poder al pueblo, a todos, a cada uno (a).
La Educación Nueva en la cual la ambición, el proyecto filosófico es de dar a cada uno (a) los medios de su emancipación que no puede ser captada en una forma o en una visión política.
La emancipación se comprende para cada individuo en su proyecto de vida, pero queda indisociable de una lógica de emancipación colectiva, de una lógica de transformación social hasta obtener más de igualdad.
Reservar esta lógica a un solo acercamiento pedagógico no puede solamente satisfacer los partidarios de una educación más “tradicional” en sus objetivos. De naturaleza “subversiva”, en ese sentido que ella tiende a transformar la sociedad hacia una sociedad más igualitaria y más justa. La base en la cual puede desarrollarse la Nueva Educación, está alimentada de conceptos de libertad y de concepciones políticas que derivan del concepto de laicidad comprendiendo aquel enriquecido por nuestras propias reflexiones. Ellas son las garantías de la apertura al otro, del respeto del pluralismo de las ideas y de la tolerancia.
II- Cuatro pilares fundamentales en la Educación Nueva
El medio ambiente es el fundador de la persona, la experiencia y la actividad proceden de la apropiación de su historia personal y pública. La toma en cuenta de esas experiencias en su trayectoria individual y colectiva, permite la construcción de un sujeto obrando y capaz de obrar sobre el mundo que lo rodea.
Nosotros nos apoyamos sobre las reflexiones de Henri Wallon en su concepción abierta del medio: social, biológico, ideológico. Este medio ambiente juega un rol preponderante en educación y da la posibilidad a la persona y/o al grupo, de apropiarse y transformar su medio ambiente.
Ser actor del y dentro del medio debe ser una regla, cualquiera sea la situación, “afuera de su territorio” debe ser erradicada.
Solo un conocimiento profundo de su medio ambiente de vida puede llevar al ser humano a realizarse individualmente y colectivamente. El marco material debe dar ganas y la posibilidad de obrar.
El medio ambiente de vida se construye por la historia, con el territorio geográfico, social en el cual la persona obra como actor de un proyecto y capaz de ejercer su poder. El hombre está situado en una constante dinámica con los otros actores comprometidos en el desempeño de formas de poderes diferentes (político, institucional, social, cultural, económico, jurídico, …). La
participación real y efectiva de los diferentes actores permite la co- construcción del sentido para el individuo y la comunidad en el cual el objetivo es la inclusión, la autonomía y la construcción de las nociones de lo privado y de lo público.
La persona está considerada en tanto que portadora de una historia, de un recorrido, de necesidades, de deseos y capaz de elegir. Todo ser humano puede tener el deseo y la posibilidad de progresar según su itinerario personal con el apoyo de los otros. No hay verdadero saber sin construcción personal de sí mismo y, entonces, de su propio saber.
El reconocimiento de la persona, o del individuo, la consideración y el respeto llevados a la responsabilidad personal (que no debe confundirse con un acercamiento individual) son esenciales. Las nociones de elección, de proyecto, que nosotros llevamos a cargo, no deben ser abstraídas de la noción de libertad que igualmente ha alimentado la Nueva Educación.
Es un principio de base para la Nueva Educación, es un principio fundador. Hoy en día, conviene para la Ficemea, de alimentarlo con los trabajos sobre la aceptación del otro, la alteridad, bajo la benevolencia, bajo el buen tratamiento, ya sean de orden social, cultural o filosófico. Nos conviene mucho de re- apoderarnos de la noción de confianza, que participa en la benevolencia y la enriquece.
La vida colectiva está considerada como un instrumento de desarrollo personal, factor de emancipación. La Nueva Educación reposa sobre esta dialéctica entre el individuo y el colectivo, el singular y el plural.
Nosotros estamos bien en un cuadro colectivo que emancipa, que permite a cada uno-a y a todos de hacer evolucionar una realidad a transformar en continuo hacía más de libertad, sin que, por tanto, sea una palabra en vano. Las elecciones individuales deben alimentar al colectivo sin que sean manipuladas o laminadas.
Detrás de estas nociones se dibuja la pregunta del lugar social de los individuos en el seno de los grupos sociales a los cuales ellos pertenecen a lugares ocupados, asignados, concedidos, conquistados en el seno de la sociedad.
La actividad, la experimentación son fundamentales en todo proyecto educativo. La actividad es esencial para la formación personal y la adquisición de la cultura como experiencia de transformación de la realidad.
La actividad debe irrigar el conjunto de nuestras prácticas, cualquiera sea el tema, el terreno y los desafíos. Pero la actividad debe mantener, amplificar eso mismo que la ha fundado, él y los proyectos de la persona dinamizando y nutriéndose de un grupo ; ella se inscribe dentro de una pedagogía del invento, de la experimentación, de la búsqueda experimental, del contacto con lo real.
Hoy en día, la actividad lleva desafíos aun más profundos que se aproximan a la construcción de la persona y a las repercusiones que esto puede tener en la fuerza de transformación de los grupos. Hay como una urgencia a rehabilitar el “hacer”, a dar simbólicamente manos a los niños y a los jóvenes para que ellos puedan entrar en el conocimiento fabricándolo.
III- Los métodos de la educación activa
La formación ocupa un lugar central en la difusión de métodos de educación activa. La competencia del formador no se resume a la transmisión pero reside en su capacidad de dejarse sorprender por lo inédito. Inédito a partir del cual puede intentar de manejar y de construir con los participantes un universo con un nuevo sentido.
Nuestra ambición formadora es acompañar la reflexión de los actores sociales en su sensibilidad al mundo, lejos de los estereotipos y de desarrollar prácticas educativas que no están esclerosadas. Practicas a reinventar, a preguntarse todo el tiempo y más allá de las rutinas y de las buenas practicas, dentro de una libertad de sorprender y de ser sorprendido.
La formación es un proceso de transformación en su relación con el mundo. Las personas son guiadas a apropiarse las referencias culturales, a cuestionarlas y a reinventar otras nuevas. Este proceso es idéntico al vivido en las trayectorias migratorias. La relación formativa debe poder asegurar la transición entre esos estados. Toda formación es entonces un espacio intercultural.
La educación activa es el proceso que permite a cada persona construirse dentro de su comportamiento, de desarrollar sus competencias y de enriquecer sus conocimientos. Este proceso es continuo y permanente: es de tos los instantes y se hace durante toda la vida. La educación se hace fundamentalmente por la experiencia personal vivida en el seno de un patrimonio colectivo en constante evolución (medio de vida, familia, sociedad, el mundo).
Según nuestra concepción, la finalidad de la educación debe ser la formación de un ciudadano emancipado, solidario, responsable y crítico:
Esta concepción rechaza la instrumentalización de la educación con el objetivo de :
Quelques repères sur : Éducation Nouvelle et Ceméa
Par Alain Gheno
Cette contribution a été proposée au militants des Ceméa dans le cadre de la préparation de leur 11e congrès, à Grenoble en août 2015. Originellement destiné à nourrir le débat interne et à permettre aux participants de « se chauffer » avant de se retrouver pour cinq jours d’échanges et de rencontres, ce texte permet de mesurer la contribution originale de ce mouvement à l’éducation nouvelle. A travers la définition succincte qu’il en donne, il dit le rapport des Ceméa à l’éducation nouvelle et dégage des pistes pour des travaux à venir, de nouvelles perspectives.
Nous cherchons souvent des références pour appuyer et valider nos pratiques. Nous oublions trop souvent que les Ceméa sont une référence en Éducation Nouvelle. Nous allons essayer d’établir à partir de quoi, et ce qui fait le fond de la pratique et de la réflexion de notre mouvement.
Même si le sigle est aujourd’hui « suffisant », il mérite de rester connu et reconnu, il nous distingue. Centre d’Entraînement (anecdotique et à contextualiser) aux Méthodes d’éducation Active (à conserver absolument et re-contextualiser!)
L’éducation nouvelle, dont l’ambition, le projet philosophique est de donner à chacun les moyens de son émancipation ne peut se saisir que dans un regard ou une vision politique.
L’émancipation s’entend dans le cadre de l’individu et son projet de vie, mais reste indissociable d’une logique d’émancipation collective, d’une logique de transformation sociale vers plus d’égalité.
La réserver à une seule approche pédagogique ne peut que satisfaire les tenants d’une éducation plus « traditionnelle » dans ses objectifs. Elle est par nature « subversive », en ce sens qu’elle tend à transformer la société vers une société plus juste et plus égalitaire.
Le socle sur lequel peut se développer l’éducation nouvelle est nourri des concepts de liberté et des conceptions politiques en découlant, du concept de laïcité, y compris tel qu’enrichi par nos propres réflexions.
Les Ceméa sont le mouvement qui aura porté le plus loin la pratique et la réflexion sur l’activité. L’activité, telle qu’elle a été définie et synthétisée dans les textes fondateurs que nous connaissons tous est ce qui identifie les Ceméa. Les textes de référence que nous avons produits doivent rester le socle de nos pratiques et le carburant des textes à venir. L’activité doit irriguer l’ensemble de nos pratiques, quel que soit le thème, le terrain et les enjeux. Mais elle doit garder, voire amplifier ce qui l’a fondée, le et les projets de la personne dynamisant et se nourrissant d’un collectif, une pédagogie de l’invention, de l’expérimentation, le tâtonnement expérimental, le contact avec le réel, l’empoignade fondatrice avec les éléments, etc.
Cette notion d’activité est intimement mêlée à ce qui fonde l’éducation nouvelle, autour de quelques concepts et principes incontournables :
La personne, ou l’individu, sa reconnaissance, l’attention et le respect portés à la responsabilité personnelle (à ne pas confondre avec une approche individualiste). Les notions de choix, de projet, que nous portons, ne peuvent pas s’abstraire de la notion de liberté qui a également alimenté l’éducation nouvelle.
C’est un principe de base pour l’éducation nouvelle, c’est un principe fondateur. Il conviendrait aujourd’hui de le nourrir par les travaux sur l’acceptation de l’autre, l’altérité, sur la bienveillance, sur la bientraitance, qu’elles soient d’ordre social, culturel, philosophique ou culturel. Il conviendrait tout autant de nous ré-emparer de la notion de confiance, qui participe de la bienveillance et l’enrichit.
Le groupe, le collectif, sans lequel la personne n’existe pas, mais qui, en termes simplistes, ne peut pas exister sans la personne. Premier point de débat, et premier point de débat d’ailleurs entre les divers courants de l’éducation nouvelle. Là encore les travaux sur le groupe, les groupes, se sont enrichis de nouveaux apports. Et nous portons dans nos pratiques quelques originalités qu’il serait bon de partager. Mais nous sommes bien dans le cadre d’un collectif qui émancipe, qui permet à chacun et à tous de faire évoluer une réalité à transformer en continu, vers plus de liberté, sans que ce soit un vain mot. Les choix individuels doivent alimenter le collectif, sans y être manipulés ou laminés.
Le milieu, l’environnement, ayant pour base les réflexions et les travaux de Wallon, pour aider à une définition commune… et pour faire court, le milieu tant qu’il est transformé, approprié par la personne ou/et le groupe. Être acteur du et dans le milieu doit être une règle, toute situation « hors sol » à bannir. Les évolutions concernant ce thème depuis l’origine de l’éducation nouvelle sont considérables. Nous avons la chance et peut être l’avantage de les considérer et de les comprendre plus facilement en nous appuyant sur les idées qui précèdent.
L’activité, telle que rappelée au début du texte, avec peut-être des enjeux encore plus profonds aujourd’hui qui touchent à la construction de la personne, et aux répercussions que cela peut avoir sur la force de transformation des groupes. Il y a comme une urgence à réhabiliter le faire, à donner symboliquement des mains aux enfants et aux jeunes, pour qu’ils puissent mieux accéder à la connaissance en la fabriquant. Il n’est pas certain que ce soit simpliste comme idée. L’éducation nouvelle est née d’une conception de la personne et de son activité qui n’a jamais été aussi moderne. Les Ceméa en tant que mouvement d’éducation nouvelle ne peuvent pas l’oublier.
La notion de projet ou plus précisément la pédagogie du projet a été enrichie de la notion de liberté portée par l’existentialisme. S’en souvenir nous permet d’éviter toutes les instrumentalisations.
Ces quatre « piliers » doivent être en œuvre ensemble, en dialectique. C’est ce qui définira que l’action menée ou vécue l’est dans le cadre de l’éducation nouvelle. Enlever un de ces aspects et on retombe dans des pratiques d’éducation traditionnelle, habilement masquées, mais terriblement efficaces en matière de non-respect de la personne, ou de stagnation culturelle ou sociale.
L’Éducation Nouvelle plonge ses racines dans l’histoire de toutes les pensées rebelles à l’assujettissement de l’Homme, dans la tradition sans cesse renouvelée de toutes les pratiques d’émancipation de l’homme par l’homme. Son pari, c’est que les hommes, et donc les enfants des hommes, ont mille fois plus de possibilités qu’on ne le croit communément…
TOUS CAPABLES !
C’est le défi de l’Éducation Nouvelle, face à toutes les ségrégations, à toutes les exclusions, à la violence barbare comme réponse à une jeunesse désespérée ou à un Tiers-Monde exsangue que pressurent sans vergogne les sociétés usuraires.
Le rêve de tous les hommes, aussi vieux que l’Humanité elle-même, c’est de créer plus de Justice, de Bonheur et de Dignité. Mais ce ne sont pas des institutions qui peuvent changer la vie, ni des décrets, ni des votes. C’est seulement les hommes eux-mêmes – s’ils en décident ainsi – et personne ne peut
Les y forcer.
Le politique se voue à l’échec, quand il se figure pouvoir apporter programmes et solutions à des citoyens toujours de seconde zone, puisque appelés seulement à huer ou à applaudir. La pratique pseudodémocratique de la délégation de pouvoir est une castration de la citoyenneté. À l’inverse, la pratique de la classe coopérative authentique, du conseil de classe souverain, et des projets coopérateurs, bref le premier apprentissage d’une autogestion, nous permettent de dire que l’Éducation Nouvelle est une pierre d’angle nécessaire à toute reconstruction sociale.
Nous rappelons solennellement que le but de l’éducation est la formation d’une pensée libre et d’un esprit critique, dans le refus délibéré de ce qu’on appelle trop facilement les fatalités. Le but, précisons-nous, c’est l’émancipation mentale pour chacun, la recherche délibérée de la cohérence entre ce qu’on dit et ce qu’on fait.
Notre bataille n’est pas seulement celle d’un groupe de Français, mais celle de l’Humanité tout entière, pensée et mise en œuvre par des précurseurs universels : Rousseau, Pestalozzi, Jacotot, Montessori, Decroly, Makarenko, Korczak, Bakulé, Freinet, Langevin, Wallon, Freire… c’est-à-dire ceux pour lesquels la transformation des pratiques éducatives et d’enseignement est un enjeu de civilisation. C’est une bataille planétaire à l’échelle de l’Histoire : elle exprime une aspiration irréversible, venue du fond des âges, un élan de l’Humanité pour se construire, selon l’expression d’Albert Jacquard, comme “humanitude”.
Semer la fraternité n’est rien qu’une utopie, disent les tenants du passé, les sceptiques, ou les timorés. Pour l’Éducation Nouvelle, la pratique de cette utopie est une URGENCE DE CIVILlSATION.
“L’enfant est un feu à allumer, pas un vase à remplir” a dit Rabelais. Encore faut-il rappeler que l’homme et le petit d’homme, dans l’exercice d’une exploration permanente, redécouvrent leur génie d’inventer… C’est pourquoi l’Éducation Nouvelle appelle à en finir avec une pratique de transmission passive, qui “explique” au lieu de faire découvririnventer, et qui explique faussement puisqu”elle présente comme “évidence” ce qui fut toujours au moment de la découverte une rupture audacieuse avec de vieux concepts devenus inopérants, en même temps qu’une bataille difficile contre les idées reçues.
L’Éducation Nouvelle, pour celui qui la porte, c’est un combat quotidien avec soi-même, pour faire exister des contraires – ainsi, la nécessité de transmettre un héritage précieux, et cette autre nécessité de ne pas le transmettre comme un capital mort, mais de le reconstruire en faisant surgir les forces créatrices qui sommeillent en chacun. C’est la tentative constante et difficile, pas toujours réussie, mais toujours recommencée, pour ne jamais penser à la place de l’autre. Une urgence pour soi-même. Car c’est soi-même qu’il faut transformer dans son rapport avec les autres. Avec tous les autres.
L’Éducation Nouvelle, née comme pratique neuve dans l’acte pédagogique, comme philosophie délibérément optimiste quant aux capacités de tous les enfants, ne se construit que dans une relation égalitaire entre celui qui “sait” et ceux qu’il a à charge d’enseigner… C’est son caractère de valeur éthique qui la fait déborder du seul champ de l’école à celui, plus vaste infiniment, de la Société tout entière, bousculant ainsi les cadres mandarinaux des systèmes en place. Elle est une contribution précieuse à tous ceux qui veulent faire naître une Humanité plus mûre : aux antipodes de la jungle ou de la caserne, de l’élitisme ou du troupeau, du profit maximum et de la docilité.
Pour le G.F.E.N : Henri BASSIS
« Personne n’éduque autrui, personne ne s’éduque seul, les hommes s’éduquent ensemble, par l’intermédiaire du monde »
Paolo Freire, Pédagogie des opprimés.
1.Introduction
La Ficeméa est un mouvement constitué de militants œuvrant dans des associations éducatives, culturelles et sociales. Elles agissent sur leurs terrains respectifs grâce à des acteurs engagés. Les associations membres organisent et réalisent des actions éducatives en référence aux principes de l’Éducation nouvelle auprès d’un public divers et dans des champs d’action multiples,. Les membres de la Ficeméa participent au développement et la défense des conquêtes sociales.
Les fondements philosophiques de l’Éducation nouvelle ont été pensés dans des contextes politiques, historiques très différents. Les penseurs et acteurs pédagogiques issus de pays divers et de réalités très différentes ont permis d’inscrire de fait une dimension universelle. Au travers des principes qu’elle défend, l’Éducation nouvelle transcende les contextes, les réalités des sociétés, les classes sociales, les appartenances nationales.
Penser l’Éducation nouvelle ne peut se faire que dans une perspective internationale qui place l’humanisme au cœur de notre projet politique. Celle-ci valorise la liberté de l’initiative, de la création, de l’expression, l’importance de l’affectivité, la construction de la personnalité par l’individu lui-même, dans son rapport avec les autres et son milieu de vie.
Notre approche éducative crée des situations où chacun, enfant, adolescent, adulte, peut être plus conscient du monde qui l’entoure, se l’approprier, le faire évoluer, le modifier dans une perspective de progrès individuel, collectif et social.
L’Éducation nouvelle telle que nous la pensons et la vivons participe de la transformation de la société en influençant les rapports de force et de pouvoir, les modes d’organisation, la liberté individuelle pour plus d’égalité, pour rendre le pouvoir au peuple, à tous, à chacun-e.
L’éducation nouvelle, dont l’ambition, le projet philosophique est de donner à chacun-e les moyens de son émancipation ne peut se saisir que dans un regard ou une vision politique.
L’émancipation s’entend dans le cadre de l’individu et son projet de vie, mais reste indissociable d’une logique d’émancipation collective, d’une logique de transformation sociale vers plus d’égalité.
Réserver cette logique à une seule approche pédagogique ne peut que satisfaire les tenants d’une éducation plus « traditionnelle » dans ses objectifs. Elle est par nature « subversive », en ce sens qu’elle tend à transformer la société vers une société plus égalitaire et plus juste.
Le socle sur lequel peut se développer l’éducation nouvelle est nourri des concepts de liberté et des conceptions politiques en découlant, du concept de laïcité, y compris tel qu’enrichi par nos propres réflexions. Ceci sont les garants de l’ouverture à l’autre, du respect du pluralisme des idées et de la tolérance.
2.Quatre piliers fondamentaux de l’éducation nouvelle
Le milieu est fondateur de la personne, l’expérience et l’activité procèdent de l’appropriation de son histoire personnelle et publique. La prise en compte de ces expériences dans son parcours individuel et collectif permet la construction d’un sujet agissant et capable d’agir sur le monde qui l’entoure.
Le milieu, l’environnement
Nous nous appuyons sur les réflexions d’Henri Wallon dans sa conception large du milieu : social, biologique, idéologique. Ce milieu joue un rôle prépondérant en éducation et pose la possibilité de la personne et/ou du groupe à s’approprier et transformer son milieu.
Etre acteur du et dans le milieu doit être une règle, toute situation « hors sol » est à bannir.
Seule une connaissance approfondie de son milieu de vie peut amener l’être humain à s’y accomplir individuellement et collectivement. Le cadre matériel doit donner l’envie et la possibilité d’agir.
Le milieu de vie se construit par l’histoire, le territoire géographique, social sur lequel la personne agit comme acteur d’un projet et capable d’exercer son pouvoir. L’homme est situé dans une constante dynamique avec d’autres acteurs engagés dans l’exercice de formes de pouvoirs différents (politique, institutionnel, social, culturel, économique, juridique,…). La participation réelle et effective des différents acteurs permet la co-construction de sens pour l’individu et la communauté dont l’objectif est l’inclusion, l’autonomisation et la construction des notions de privé et de public.
La place de la personne
La personne est considérée en tant que porteuse d’une histoire, d’un parcours, de besoins, de désirs et capable de choix. Tout être humain peut avoir le désir et la possibilité de progresser selon son itinéraire personnel avec le soutien d’autrui. Il n’y a pas de véritable savoir sans construction personnelle de soi et donc de son propre savoir.
La reconnaissance de la personne, ou l’individu, l’attention et le respect portés à la responsabilité personnelle (à ne pas confondre avec une approche individualiste) sont essentiels. Les notions de choix, de projet, que nous portons, ne peuvent pas s’abstraire de la notion de liberté qui a également alimenté l’Éducation nouvelle.
C’est un principe de base pour l’Éducation nouvelle, c’est un principe fondateur. Il convient, aujourd’hui, pour la Ficeméa, de le nourrir par les travaux sur l’acceptation de l’autre, l’altérité, sur la bienveillance, sur la bientraitance, qu’elles soient d’ordre social, culturel, philosophique ou culturel. Il convient tout autant de nous réemparer de la notion de confiance, qui participe de la bienveillance et l’enrichit.
Le collectif
La vie collective est considérée comme un instrument de développement personnel facteur d’émancipation. L’Education nouvelle repose sur cette dialectique entre l’individu et le collectif, le singulier et le pluriel.
Nous sommes bien dans le cadre d’un collectif qui émancipe, qui permet à chacun-e et à tous de faire évoluer une réalité à transformer en continu, vers plus de liberté, sans que ce soit un vain mot. Les choix individuels doivent alimenter le collectif, sans y être manipulés ou laminés.
Derrière ces notions se dessine la question de la place sociale des individus au sein des groupes sociaux auxquelles ils appartiennent, des places occupées, assignées, octroyées, conquises au sein de la société.
L’activité
L’activité, l’expérimentation sont fondamentales dans tout projet d’éducation. L’activité est essentielle pour la formation personnelle et l’acquisition de la culture comme expérience de transformation du réel.
L’activité doit irriguer l’ensemble de nos pratiques, quel que soit le thème, le terrain et les enjeux. Mais elle doit garder, voire amplifier ce qui l’a fondée, le et les projets de la personne dynamisant et se nourrissant d’un collectif ; elle s’inscrit dans une pédagogie de l’invention, de l’expérimentation, le tâtonnement expérimental, le contact avec le réel.
L’activité porte, aujourd’hui, des enjeux encore plus profonds qui touchent à la construction de la personne, et aux répercussions que cela peut avoir sur la force de transformation des groupes. Il y a comme une urgence à réhabiliter le faire, à donner symboliquement des mains aux enfants et aux jeunes, pour qu’ils puissent mieux accéder à la connaissance en la fabriquant.
3. Les méthodes d’éducation active
La formation occupe une place centrale dans la diffusion des méthodes d’éducation active.
La compétence du formateur ne se résume pas à la transmission mais réside dans sa capacité à se laisser surprendre par de l’inédit. Inédit à partir duquel, il peut tenter de gérer et construire avec les participants un univers de sens nouveau.
Notre ambition formative est d’accompagner la réflexion des acteurs sociaux dans leur sensibilité au monde, loin des stéréotypes et de développer des pratiques éducatives non sclérosées. Pratiques à réinventer, à interroger en permanence au-delà des routines et des bonnes pratiques, dans la liberté de surprendre et d’être surpris.
La formation est un processus de transformation de son rapport au monde. Les personnes sont amenées à s’approprier des repères culturels, à les questionner et à en réinventer d’autres. Ce processus est identique à celui vécu dans les parcours migratoires. La relation formative doit pouvoir assurer la transition entre ces états. Toute formation est donc bien un espace interculturel.
L’Éducation active est le processus permettant à chaque personne de se construire dans son comportement, de développer ses compétences et d’enrichir ses connaissances. Ce processus est continu et permanent : il est de tous les instants et se fait tout au long de la vie. L’éducation se fait fondamentalement par l’expérience personnelle vécue au sein d’un patrimoine collectif en constante évolution (milieu de vie, famille, société, le monde).
Selon notre conception, la finalité de l’éducation doit être la formation d’un citoyen émancipé, solidaire responsable et critique :
Cette conception rejette l’instrumentalisation de l’éducation dans le but de :
– formater des agents de production économique, culturelle ou politique conformes aux besoins d’un système,
– standardiser les comportements des consommateurs nécessaires à l’économie de marché ou de tout autre modèle politique qui aurait les mêmes objectifs.
La rentrée est à peine passée que, déjà, au Burkina Faso et au Cameroun, la tension monte entre les syndicats d’enseignants et leur ministre de tutelle, sur fond de revendications salariales. En Côte d’Ivoire, les professeurs d’université se sont mis en grève pour obtenir le paiement des heures supplémentaires effectuées lors de l’année 2014-2015. Et en Afrique du Sud, les étudiants sont descendus dans la rue pour protester contre la hausse du prix des inscriptions. Des manifestations dispersées par les forces de l’ordre à l’aide de grenades assourdissantes et de balles en caoutchouc.
Un défi démographique important
Partout, les systèmes éducatifs africains donnent des signes de faiblesse, malgré les efforts budgétaires réalisés par les gouvernements. « Le continent fait face à un défi démographique inédit tant par son ampleur que par sa vitesse. On cite souvent la Corée du Sud comme source d’inspiration pour les États africains parce qu’elle s’est développée en misant sur l’éducation. Mais dans les faits, les trajectoires ne sont pas comparables. Le taux d’accroissement de la population de beaucoup de pays est encore de 3 % par an.
Ils sont loin de bénéficier d’un dividende démographique [avantage économique après une baisse de la natalité, avec une population très productive] qui leur permettrait d’allouer les fonds nécessaires au fonctionnement des systèmes éducatifs », constate Marc Pilon, démographe spécialiste de l’éducation.
Dans son dernier rapport, l’Unesco fait un état des lieux préoccupant de l’accès à l’école primaire.
Par courriel
SOURCE AVEC LIEN: Conseil supérieur de l’éducation (CSE)
Si la concurrence en éducation paraît efficace et légitime du point de vue de la liberté de choix, elle alimente en réalité un cercle vicieux qui mine la confiance dans la classe ordinaire de l’école publique. C’est l’un des principaux constats du Rapport sur l’état et les besoins de l’éducation 2014-2016 Remettre le cap sur l’équité, lancé aujourd’hui par le Conseil supérieur de l’éducation.
Les travaux menés par le Conseil ont permis de constater que le Québec doit être vigilant s’il veut préserver l’équité de son système d’éducation. La concurrence qui s’est installée entre les établissements alimente la perception que toutes les écoles ne se valent pas. Ce contexte accentue la tendance à regrouper les élèves selon leur profil socioéconomique et scolaire, ce qui contribue à l’essor d’une école à plusieurs vitesses. Les plus vulnérables se retrouvent ainsi dans les conditions les moins propices à l’apprentissage.
« L’accès à une éducation qui répond à ses besoins est un droit, et la qualité du service reçu dans les écoles ne devrait pas être conditionnelle à la capacité de payer des parents. Le Québec bénéficie d’un système d’éducation performant sur lequel il peut construire, mais il ne doit toutefois pas reculer sur l’équité et laisser les bases de ce système s’effriter », plaide le président du Comité du Rapport sur l’état et les besoins de l’éducation 2014-2016, M. Claude Lessard.
La mission de l’école, qui est de permettre à tous les enfants de développer leur plein potentiel, doit demeurer une priorité au Québec. Pour remettre le cap sur l’équité, le Conseil insiste sur l’importance de réduire les écarts entre les milieux afin de rebâtir la confiance dans le réseau public. Il est préférable de donner aux parents le goût de choisir l’école publique de leur quartier plutôt que de les contraindre à s’y résigner, ce qui ne ferait que déplacer le sentiment d’injustice. Un parent ne devrait pas avoir l’impression qu’il lui faut choisir entre ses valeurs progressistes et l’intérêt de son enfant.
Pour freiner ce mouvement et réduire les écarts entre les milieux, le Conseil estime qu’il faut procéder sans tarder aux investissements requis pour que toutes les écoles disposent des ressources matérielles et humaines nécessaires afin d’offrir une expérience scolaire de qualité à tous les élèves qu’elles accueillent. L’ajout de ressources est une étape urgente et nécessaire, mais cela ne sera pas suffisant pour empêcher certaines iniquités de se perpétuer. En effet, dès le début de la scolarité, l’école instaure une culture de concurrence entre les élèves et crée une hiérarchie qui stigmatise certains enfants : l’école transforme alors certaines différences de dons, de rythmes et de talents en inégalités.
« Il faudrait donner à chaque enfant le temps de développer sa confiance en sa capacité d’apprendre », conclut la présidente par intérim et secrétaire générale du Conseil, Mme Lucie Bouchard.
Pour remettre le cap sur l’équité, le Conseil estime qu’il convient d’adopter une vision de la réussite qui prend davantage en considération tous les volets de la mission de l’école. Instruire tout en reconnaissant la diversité des personnes, valoriser différents types de parcours et évaluer les apprentissages sans classer prématurément sont des gestes qui permettront de qualifier davantage de jeunes. La réduction des écarts entre les milieux favorisera la mixité scolaire et sociale dans les classes et les établissements, ce qui permettra de concrétiser le volet socialiser de la mission de l’école.
Le Rapport sur l’état et les besoins de l’éducation 2014-2016 a été rendu public après avoir été déposé à l’Assemblée nationale par le ministre de l’Éducation, du Loisir et du Sport, M. Sébastien Proulx, conformément aux dispositions de la Loi sur le Conseil supérieur de l’éducation.
Soumis par Mélissa Lessard le 20 oct 2016 – 10h18
par Yvette Lecomte, présidente de la Ficeméa
Il y a quelques trois années, nous avons relancé l’action de la Fédération Internationale des Ceméa.
Association affinitaire, la FICEMEA est une organisation internationale qui veut réellement transcrire et mettre en mouvement les enjeux des associations nationales. Ses objectifs de travail sont liés à la valorisation de l’action des associations qui se revendiquent des valeurs et méthodes de l’Education nouvelle et sont reconnues comme telles.
La FICEMEA est comme le lieu géométrique des buts poursuivis par nos membres, de par le monde ; elle veut en être la caisse de résonnance et travailler à l’amplification des propositions pour une éducation formelle et non formelle, centrée sur les êtres humains et leur émancipation individuelle et collective.
Si la refondation de la FICEMEA est financièrement portée aujourd’hui par les Ceméa France, la Fédération italienne des Ceméa et les Ceméa de la Fédération Wallonie-Bruxelles, en Belgique, son action est réellement menée par les associations membres réparties en quatre commissions régionales qui couvrent : l’Afrique, l’Amérique du sud et Caraïbes, l’Océan Indien et l’Europe.
L’organisation d’un important séminaire, en novembre 2014, en Belgique, a permis à la FICEMEA de rassembler les analyses, les réflexions et les propositions d’actions stratégiques de ses membres en vue de contrer « les mécanismes et les conséquences de la marchandisation de l’éducation », en prenant en compte « les rôles et responsabilités des Etats et de la société civile».
Ce séminaire a été suivi par quelques vingt quatre associations membres, venues des quatre commissions régionales de l’association.
La production intellectuelle, de contenus de référence et de propositions d’actions, qui y a été réalisée sert notre visibilité en tant qu’acteurs de la société civile, auprès de nos partenaires et des organisations gouvernementales. Nous en avons tiré parti notamment à l’occasion du Forum Mondial de l’Education, organisé par l’UNESCO en mai 2015, en Corée ou lors du Forum social mondial, organisé en avril 2015 à Tunis. A Tunis, les Amis du Belvédère, les Ceméa France et la Fédération italienne des Ceméa étaient également présents. Nous les en remercions.
Notre déléguée permanente remplit ainsi, au nom de l’association, une des tâches de la FICEMEA : porter à l’extérieur de nos organisations membres, au niveau international, les axes politiques communs que nous définissons, nos valeurs partagées et nos prises de positions collectives.
Une importante union de résistance est plus que jamais nécessaire face à la marchandisation des services d’éducation à laquelle nous assistons aujourd’hui, avec son cortège de postulats pragmatiques orientés vers le profit économique.
Nous devons résister face à la négation des fondements mêmes de l’éducation qui, étymologiquement, signifie quand même : conduire au-delà, conduire l’homme et le petit d’homme au-delà de lui-même…
Un autre aspect important du travail qui vient d’être réalisé par les membres de la FICEMEA, c’est sa refondation institutionnelle. Ce processus a permis :
Nous sommes aussi très vigilants à la « nature » des relations entre les membres, caractérisée par davantage de solidarité dans les rapports égalitaires, par la reconnaissance des spécificités diverses de ses membres.Notre travail vise à faciliter les relations entre les acteurs des CEMÉA et de l’Education nouvelle, pas à les supplanter.Il se nourrira de la coopération réelle de partenaires critiques et responsables, qui osent mettre sur la table différences et points de convergence, situations objectives et désirs de les améliorer, qui chercheront à faire valoir au niveau international des positions et des propositions communes.Puisse notre fédération internationale être un relais actif et gagnant des projets et des idées que vous nourrissez, dans un creuset international qui ne demande qu’à s’enrichir de la force de chaque mouvement partenaire, de chaque région de regroupement et des idées humanistes qui nous animent tous.
L’éducation nouvelle : un projet, des valeurs, des actes !
La question de la pédagogie est aujourd’hui, plus que jamais, au centre des enjeux de nos pays. Nous le savons, toutes les pédagogies ne se valent pas ! Parmi les différentes approches, les différentes conceptions de l’Éducation, c’est celle de l’Éducation Nouvelle à laquelle nos associations se réfèrent depuis toujours.
Depuis quelques mois, les CEMEA France (Centres d’Entrainement aux Méthodes d’Education Active), le GFEN (Groupe Français d’Education Nouvelle), l’ICEM-Pédagogie Freinet (Institut Coopératif de l’Ecole Moderne), la FESPI (Fédération des Etablissements Scolaires Publics Innovants), le CRAP-Cahiers Pédagogiques (Cercle de Recherche et d’Action Pédagogiques) et la FICEMEA (Fédération Internationale des CEMEA) sont engagés dans la préparation de la première Biennale Internationale de l’Éducation Nouvelle.
Ouverte aux militantes et aux militants de nos différents mouvements, cette Biennale se déroulera du 02 au 05 novembre 2017 à Poitiers. Elle a vocation à rassembler et faire se rencontrer des praticiens de l’Éducation Nouvelle, issus de nos différents champs d’intervention (école, péri-scolaire, animation, loisirs, travail social, petite enfance, jeunesse, culture, …) afin de démontrer que l’Éducation nouvelle fait encore partie de notre quotidien et que si nos références s’inscrivent dans l’histoire même de l’Éducation, elles sont encore d’une incroyable modernité.
Les pratiques de nos associations se réfèrent à l’Éducation Nouvelle. C’est ainsi que nous mesurons chaque jour davantage la pertinence de notre projet politique. Nos principes, nos valeurs mais aussi nos actions quotidiennes agies dans un contexte sociétal complexe, témoignent chaque jour de notre capacité à inventer des réponses adaptées aux besoins des publics que nos actions concernent. Agir, ici et ailleurs, en France, en Europe et dans le Monde, la transformation sociale par l’Education Nouvelle reste donc un projet ambitieux, captivant, mobilisateur !
De profondes mutations sont à l’œuvre aujourd’hui en France, en Europe et plus largement dans le monde. Résistant à la montée de puissantes idéologies basées sur l’exclusion, la ségrégation, le racisme, nos mouvements affirment de nouveau leur combat pour les valeurs de la laïcité, de la démocratie, de la fraternité, de la solidarité et des droits humains. Au-delà des frontières, ils soutiennent l’émergence d’un monde et d’une Europe solidaires. Ils s’engagent pour construire, par l’éducation, une Europe sociale et politique, une Europe des peuples, et s’impliquent dans l’organisation d’une société civile européenne visible et audible. Les postulats de la confiance, de la considération de l’autre deviennent alors éminemment politiques quand ils constituent le socle même de toute action éducative.
Luttant contre la marchandisation de l’Éducation, nous agissons au quotidien pour amplifier nos capacités à inventer, à créer des modes d’intervention originales en dehors des logiques préétablies du marché. Nous construisons des stratégies porteuses d’émancipation et de développement mobilisant et rassemblant toujours plus de militantes et de militants placés au cœur de l’action pour porter le projet politique de l’Éducation Nouvelle,
Mettre l’éducation active, la pédagogie, au cœur d’un espace collectif de réflexion, de partage d’expériences et d’échanges, telles sont donc les ambitions de ces premières biennales de l’Éducation nouvelle.
C’est pour cela que la FICEMEA ne pouvait pas ne pas être associée à ce projet, c’est pour cela qu’il est nécessaire que nous nous mobilisions pour participer à cette initiative.
JL CAZAILLON
Directeur général des Ceméa France
Aperçu de la situation de l’ouragan Matthew en Haïti
Les départements du Sud, Sud-Est, Grande’Anse, Nippes, Nord-Ouest et de l’Ouest sont les plus touchés. Entre 3 et 5 millions de personnes sont touchées en Haïti, avec 468.000 personnes touchées à Grand’Anse et 775.000 dans le Sud, y compris les 522.000 enfants.
Le nombre de blessés est également à la hausse et pourrait émerger comme une préoccupation majeure après l’ouragan. Les communications sont déconnectées et les routes sont inaccessibles dans les zones touchées du sud-ouest Haïti en raison des inondations.
On estime que 1.500.000 personnes ont besoin d’aide dont 350.000 personnes ont besoin d’aide immédiat. Au moins 15,623 personnes ont été déplacées et plus de 21.000 ont été évacués vers des abris temporaires.
Le bilan officiel est actuellement de 1150, mais il y a des craintes ce nombre va augmenter.
Une évaluation partielle des dommages indique que plus de 200.000 maisons ont été gravement touchés, selon les travailleurs humanitaires.
Intervention de CEMEA-HAITI dans les départements les plus touchés
Le vendredi 7 octobre, CEMEA-Haïti a envoyé une délégation de 6 personnes dans les départements du Sud-ESt, Sud, Grand-Anse, Nippes pour constater les dégâts. L’ouragan Mathieu n’a laissé aucun matériels scolaires aux enfants de ces départements afin qu’ils puissent reprendre le chemin de l’école. L’ouragan à a devasté pour les parents. La scolarité d’un enfant est financé par les parents haïtiens à 80 %, l’ouragan Mathieu a tout dévasté et a décapitalisé les parents dans ces départements.Plus de 300 Ecoles sont détruites. Donc, CEMEA-HAITI en tant que organisation nationale qui intervient dans le milieu éducatif ne peut pas rester sans poser des actions urgentes qui peuvent aider ces enfants victimes de reprendre le chemin de l’école. Dans ce cas CEMEA-HAITI a besoin :
Une geste pour aider ces enfants à reprendre le chemin de l’école. CEMEA-Haïti sollicite l’aide de la famille de la FICEMEA en vue de les aider à bénéficier un appui scolaire. Veuillez nous aider à organiser des Levés de Fonds en faveur des Enfants dans ces départements en Haiti.
Aubens Henker Fermine
President des CEMEA-HAITI
CEMEA-HAITI a le plaisir à partager avec vous les informations concernants du compte en Banque pour ceux ou celles qui veulent l’accompagner les victimes de l’ouragan Mathieu en Haiti à Travers CEMEA-HAITI.
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TEL :(509)2229-5595/ 2815-5000
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